Promover la gestión del talento humano en las organizaciones públicas constituye un desafío ineludible si consideramos el limitado avance del proceso de implementación de la Política y del régimen del Servicio Civil, así como la débil institucionalidad del Sistema Administrativo de Gestión de Recursos Humanos.
Si bien el año 2013 la Política de Modernización de la Gestión Pública, estableció una visión de Estado moderno al servicio de las personas, algunos años después, la evidencia permite advertir que para alcanzar un mejor Estado se requiere, de manera ineludible, que quienes integran el Servicio Civil; es decir, quienes se desempeñan en el ámbito público, asuman un rol de gestores del cambio.