El proceso de modernización de la gestión del Estado tiene como finalidad fundamental la obtención de mayores niveles de eficiencia del aparato estatal, de manera que se logre generar las condiciones organizacionales adecuadas, que permitan orientar con efectividad la actuación del Estado al logro de resultados en beneficio de las personas y la sociedad, priorizando intervenciones que promuevan la inclusión social y la igualdad de oportunidades como expresión de la defensa de la persona humana y su dignidad como fin supremo de la sociedad y del Estado.
En ese marco, la modernización de la gestión pública se entiende como un proceso de transformación constante a fin de mejorar lo que hacen las entidades públicas y, de esa manera, generar valor público. Esto implica la adopción de mecanismos, herramientas y técnicas para mejorar su gestión y, principalmente, para mejorar los resultados que entregan a las personas y a la sociedad por medio de sus intervenciones.